jueves, 14 de julio de 2011

La Mansión de Manuel Rosales en Maracaibo.


Ésta es la mansión del profugo de la justicia Manuel Rosales ubicada en la avenida El Milagro, uno de los sectores más pudientes de Maracaibo. Si pueden observar en las fotografías tomadas hoy mismo por mi persona desde una lancha en el Lago de Maracaibo, se ve con altas paredes blancas y un tejado rojizo, al mejor estilo de las casas en Miami. Cabe destacar que esa es la unica casa con esas condiciones ubicada a las orillas del lago con estacionamiento para yates. No existe otra casa así a lo largo y ancho de las costas marabinas.

Quisiera tomar fotos desde tierra firme a la casa por el frente pero lamentablemente en la cuadra dónde está ubicada la mansión de Rosales y que hoy en día es habitada por su esposa la alcaldesa Trejo, es vigilada las 24 horas del día por oficiales de la policía del estado Zulia y la policía municipal de Maracaibo.

Así se ha gastado Rosales el dinero de los zulianos... Y este choro aspira nuevamente a ser candidato presidencial, para continuar saqueando el dinero del pueblo.

Sí Rosales regresa al país debe ser detenido inmediatamente y ser juzgado con todo el peso de la ley. No más impunidad!!!

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Petrocasa, un gran proyecto atacado por la línea editorial


Petrocasa empresa socialista creada por el Presidente Chávez en 2007 para impulsar la construcción de viviendas dignas para el pueblo venezolano, ha acompañado a los sectores más necesitados para sustituir los ranchos por casas; y ahora enmarcado en la Gran Misión Vivienda Venezuela, toma un rol protagónico en la producción de perfiles para lograr el sueño socialista más importante de nuestro Comandante, que cada venezolana y venezolano vivan bajo un techo digno.

Los ataques que por intereses subalternos que le hacen a Petrocasa, no tiene otro objetivo que desacreditar las políticas impulsadas por el Gobierno del Presidente Chávez y desalentar a la población que espera su solución habitacional a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela.

La Petrocasa como las bautizó el pueblo venezolano, está construida por piezas o perfiles de policloruro de vinilo conocido como PVC. Las ventajas de estos perfiles de PVC son muchas, en primer lugar son NO tóxicos constatado por los estudios de la empresa alemana LGA Qualitess que tiene más de cien años de experiencia y la empresa Chemson también certificó que no contienen plomo. En segundo lugar los perfiles son ignífugos y además no se derrite y no genera humo durante el incendio. Para los escépticos, se debe explicar que los incendios se generan por las cosas que hay dentro de la vivienda (colchones, muebles, cortinas) y que en caso de un cortocircuito, se queman los cables pero las paredes de PVC no se incendian.

En cuanto a la seguridad de la vivienda, los paneles de paredes son más seguros que las de bloque porque se rellenan de concreto y el techo es equivalente a una platabanda. Su acabado es liso y no requiere mantenimiento de expertos, por lo que es a muy bajo costo y están diseñadas para satisfacer las condiciones específicas de la región.

Y por último la ventaja del costo, una vivienda de ochenta metros cuadrados tiene un costo de cincuenta y cinco mil bolívares una vez culminada, con tres habitaciones, dos baños, sala, comedor y cocina. Este bajo costo se justifica porque se combina la construcción convencional para realizar la estructura y, los perfiles y piezas de Petrocasa para los marcos para puertas y ventanas, perfiles para cerramientos y divisiones, pisos, techos, ventanas y puertas.

Petrocasa como empresa socialista, ha acompañado a la comunidad en el proceso de autoconstrucción y ha servido de canal entre las autoridades y los Consejos Comunales para garantizar los servicios en los sectores donde se han remplazado los ranchos por viviendas dignas, aunado a esto ha fomentado el desarrollo personal y comunal, orientando a la comunidad en su proceso de formación a través de las misiones.

Se debe recordar que las necesidades en otras comunidades deben ser atendidas y que el proceso de acompañamiento no puede ser permanente ni exclusivo en las urbanizaciones ya culminadas porque existen otras comunidades que esperan por su solución habitacional digna y la principal función de Petrocasa es garantizar los perfiles para lograr ese objetivo.

Reiteramos el compromiso de Petrocasa como empresa socialista, y nuestro esfuerzo diario en las fábricas de Petrocasa, permitiendo que nuevas familias puedan tener una vivienda digna cada día.

Hector Solis

miércoles, 6 de julio de 2011

Los negocios de Clark Inciarte


En junio de 2010 después de 10 meses en la presidencia de Pequiven, Clark Inciarte adquirió un licorería en el estado de Florida, ubicada en 4613 S University Doctor Davie, Fl 33328 Teléfono (954) 252 6868 y en diciembre de 2010 montó una sucursal en 7570 NW 186th St Ste 102 Hialeah, FL 33015 Teléfono (305) 823-285.

Para los que no conocen las leyes federales de Estados Unidos y las leyes estatales de Florida, debemos informarles que para que un extranjero pueda tener un negocios en este estado, debe depositar el equivalente a cinco veces el valor del negocio, más el pago por adelantado de los impuestos; por lo que por la medida pequeña, el costo inicial de operaciones debe estar alrededor de $450.000 americanos, que a cambio oficial equivale a casi dos millones de bolívares fuertes, súmele usted amigo lector el valor de la sucursal.


Este es Ronald Inciarte el tercer hijo de Clark, en la inauguración del primer local

Cuando nos preguntamos cómo una persona con un ingreso mensual de doce mil bolívares puede en 6 meses montar sendas licorerías de casi un millón de dólares américanos, la respuesta nos la dio un trabajador de Polinter (Empresa Mixta de Pequiven), quien nos manifestó que sus ahorros se los agarró Inciarte y su familia.

Chisme, vino a mi mente. Pero que va, me confirman que a este señor Inciarte lo denunciaron en Fiscalía prueba por delante, la denuncia es por manejos impropios en su gestión como presidente de Pequiven. Y dicen, pero no me consta, que lo enviaron de vacaciones porque no dio la talla en Pdvsa Gas, pues quien lo protegía no pudo más. Esto último está verificándose. Pero de lo primero se tienen fotos y la ubicación de la sucursal.

lunes, 4 de julio de 2011

Una declaración brillante y valiente


La atención a otros asuntos ahora prioritarios, me apartaron momentáneamente de la frecuencia con que elaboré reflexiones durante el año 2010, sin embargo, la proclama del líder revolucionario Hugo Chávez Frías el pasado jueves 30 me obliga a escribir estas líneas.

El presidente de Venezuela es uno de los hombres que más ha hecho por la salud y educación de su pueblo; como son temas en los que mayor experiencia ha acumulado la Revolución cubana, gustosamente colaboramos al máximo en ambos campos con este hermano país.

No se trata en absoluto de que ese país careciera de médicos, por el contrario, los poseía en abundancia e incluso entre ellos profesionales de calidad, como en otros países de América Latina. Se trata de una cuestión social. Los mejores médicos y los más sofisticados equipos podrían estar, como en todos los países capitalistas, al servicio de la medicina privada. A veces ni siquiera eso, porque en el capitalismo subdesarrollado, como el que existía en Venezuela, la clase rica contaba con medios suficientes para acudir a los mejores hospitales de Estados Unidos o Europa, algo que era y es habitual sin que nadie pueda negarlo.

Peor aún, Estados Unidos y Europa se han caracterizado por seducir a los mejores especialistas de cualquier país explotado del Tercer Mundo para que abandonen su patria y emigren a las sociedades de consumo. Formar médicos para ese mundo en los países desarrollados implica fabulosas sumas que millones de familias pobres de América Latina y el Caribe, no podrían pagar nunca. En Cuba sucedía eso hasta que la Revolución aceptó el reto, no solo de formar médicos capaces de servir a nuestro país, sino a otros pueblos de América Latina, el Caribe o del mundo.

Jamás hemos arrebatado las inteligencias a otros pueblos. En cambio en Cuba se han formado gratuitamente decenas de miles de médicos y otros profesionales de alto nivel para devolverlos a sus propios países.

Gracias a sus profundas revoluciones bolivarianas y martianas, Venezuela y Cuba son países donde la salud y la educación se han desarrollado extraordinariamente. Todos los ciudadanos tienen derecho real a recibir gratuitamente educación general y formación profesional, algo que Estados Unidos no ha podido ni podrá garantizar a todos sus habitantes. Lo real es que el gobierno de ese país invierte cada año un millón de millones de dólares en su aparato militar y sus aventuras bélicas. Es además el mayor exportador de armas e instrumentos de muerte y el mayor mercado de drogas del mundo. Debido a ese tráfico, decenas de miles de latinoamericanos pierden la vida cada año.

Es algo tan real y tan conocido, que hace más de 50 años, un Presidente de origen militar denunció, con tono amargo, el poder decisivo acumulado por el complejo militar industrial en ese país.

Estas palabras estarían de más si no mediara la odiosa y repugnante campaña desatada por los medios de difusión masiva de la oligarquía venezolana, al servicio de ese imperio, utilizando las dificultades de salud que atraviesa el Presidente bolivariano. A este nos une una estrecha e indestructible amistad, surgida desde que visitó por primera vez nuestra patria, el 13 de diciembre de 1994.

A algunos les extrañó la coincidencia de su visita a Cuba con la necesidad de atención médica que se produjo. El Presidente venezolano visitó a nuestro país con el mismo objetivo que lo llevó a Brasil y Ecuador. No traía intención alguna de recibir servicios médicos en nuestra patria.

Como se conoce un grupo de especialistas cubanos de la salud prestan, desde hace años, sus servicios al Presidente venezolano, que fiel a sus principios bolivarianos, jamás vio en ellos extranjeros indeseables, sino hijos de la gran Patria Latinoamericana por la cual luchó el Libertador hasta el último aliento de su vida.

El primer contingente de médicos cubanos partió hacia Venezuela cuando se produjo la tragedia en el estado de Vargas, que costó miles de vidas a ese noble pueblo. Esta acción de solidaridad no era nueva, constituía una tradición arraigada en nuestra patria desde los primeros años de la Revolución; desde que hace casi medio siglo médicos cubanos fueron enviados a la recién independizada Argelia. Esa tradición se profundizó a medida que la Revolución cubana, en medio de un cruel bloqueo, formaba médicos internacionalistas. Países como Perú, la Nicaragua de Somoza y otros del hemisferio y el Tercer Mundo, sufrieron tragedias por terremotos u otras causas que requirieron la solidaridad de Cuba. Así nuestra patria se convirtió en la nación del mundo con más alto índice de médicos y personal especializado en salud, con elevados niveles de experiencia y capacidad profesional.

El Presidente Chávez se esmeró en la atención de nuestro personal de salud. Así nació y se desarrolló el vínculo de confianza y amistad entre él y los médicos cubanos que fueron siempre muy sensibles al trato del líder venezolano, el cual por su parte, fue capaz de crear miles de centros de salud y dotarlos de los equipos necesarios para prestar servicios gratuitos a todos los venezolanos. Ningún gobierno del mundo hizo tanto, en tan breve tiempo, por la salud de su pueblo.

Un elevado porcentaje de personal cubano de la salud prestó servicios en Venezuela y muchos de ellos actuaron además como docentes en determinadas materias impartidas para la formación de más de 20 mil jóvenes venezolanos que comienzan a graduarse como médicos. Muchos de ellos comenzaron sus estudios en nuestro propio país. Los médicos internacionalistas integrantes del Batallón 51, graduados en la Escuela Latinoamericana de Medicina, han ganado un sólido prestigio en el cumplimiento de complejas y difíciles misiones. Sobre esas bases se desarrollaron mis relaciones en ese campo con el presidente Hugo Chávez.

Debo añadir que a lo largo de más de doce años desde el 2 de febrero del año 1999, el Presidente y líder de la Revolución venezolana no ha descansado un solo día, y en eso ocupa un lugar único en la historia de este hemisferio. Todas sus energías, las ha consagrado a la Revolución.

Podría afirmarse que por cada hora extra que Chávez dedica a su trabajo, un Presidente de Estados Unidos, descansa dos.

Era difícil, casi imposible, que su salud no sufriera algún quebranto y eso sucedió en los últimos meses.

Persona habituada a los rigores de la vida militar, soportaba estoicamente los dolores y molestias que con frecuencia creciente lo afectaban. Dadas las relaciones de amistad desarrolladas y los intercambios constantes entre Cuba y Venezuela, sumado a mi experiencia personal con relación a la salud, que viví desde la proclama del 30 de julio del año 2006, no es raro que me percatara de la necesidad de un chequeo riguroso de la salud del Presidente. Es demasiado generoso de su parte, atribuirme algún mérito especial en este asunto.

Admito, desde luego, que no fue fácil la tarea que me impuse. No era para mí difícil percatarme de que su salud no andaba bien. Habían transcurrido 7 meses desde que se realizó su última visita a Cuba. El equipo médico dedicado a la atención de su salud me había rogado que hiciera esa gestión. Desde el primer momento la actitud del Presidente era informar al pueblo, con absoluta claridad, su estado de salud. Por ello, estando a punto ya de regresar, a través de su Ministro de Relaciones Exteriores, informó al pueblo sobre su salud hasta ese instante y prometió mantenerlo detalladamente informado.

Cada cura iba acompañada por rigurosos análisis celulares y de laboratorio, que en tales circunstancias se realizan.

Uno de los exámenes, varios días posteriores a la primera intervención, arrojó resultados que determinaron una medida quirúrgica más radical y el tratamiento especial del paciente.

En su digno mensaje del 30 de junio, el Presidente notablemente recuperado habla de su estado de salud con toda claridad.

Admito que para mí no fue fácil la tarea de informar al amigo de la nueva situación. Pude apreciar la dignidad con que recibió la noticia que -para él con tantas tareas importantes que llevaba en la mente, entre ellas el acto conmemorativo del Bicentenario y la formalización del acuerdo sobre la unidad de América Latina y el Caribe- mucho más que los sufrimientos físicos que implicaba una cirugía radical, significa una prueba que como expresó la hizo comparar con los momentos duros que le tocó enfrentar en su vida de combatiente indoblegable.

Junto a él, el equipo de personas que lo atienden y que él calificó de sublimes, han librado la magnífica batalla de la que he sido testigo.

Sin vacilación afirmo que los resultados son impresionantes y que el paciente ha librado una batalla decisiva que lo conducirá y con él a Venezuela, a una gran victoria.

Hay que hacer que su alegato se comunique al pie de la letra en todas las lenguas, pero sobre todo que sea traducido y subtitulado al inglés, un idioma que pueda entenderse, en esta Torre de Babel en que el imperialismo ha convertido al mundo.

Ahora los enemigos externos e internos de Hugo Chávez están a merced de sus palabras y sus iniciativas. Habrá sin dudas sorpresas para ellos. Brindémosle el más firme apoyo y confianza. Las mentiras del imperio y la traición de los vendepatrias serán derrotadas. Hoy hay millones de venezolanos combativos y conscientes, que la oligarquía y el imperio no podrán volver a someter jamás.

Fidel Castro Ruz
Julio 3 de 2011
4 y 12 p.m.