domingo, 26 de junio de 2011
El periodismo venezolano ¿Una mercancía?
Al periodismo venezolano lo han convertido en una mercancía, muchos medios le dan un tratamiento informativo agresivo a sus noticias, reñido con todos los principios éticos del periodismo y con la verdad. Se manipula, se distorsiona, se oculta. Sin embargo el periodismo en Venezuela puede sanear su crisis de credibilidad optando por la transparencia tal cual lo aseveró el periodista Ernesto Villegas.
El actual periodismo, sobre todo el perteneciente a grandes corporaciones nacionales e internacionales, tienden a caracterizarse por manipular, por mediatizar la política, la justicia, trivializar los asuntos públicos, simplificar el tratamiento de los hechos e interesarse por lo sensacional y dramático.
Deberíamos plantearnos tanto en los medios oficiales como en los del poder popular otro tipo de periodismo; que realmente nos informará y nos haga partícipe de lo que ocurre a nuestro alrededor. Claro, no sería nada fácil, pero deberíamos intentarlo. Es el periodismo que podríamos catalogar a grandes rasgos como el periodismo alternativo y del poder popular, y que hace suyo lo contra-hegemónico.
En la televisión venezolana el periodismo se ejerce hoy en día con un guión preparado con antelación. Los programas del canal Globovisión son los mejores ejemplos de este "dizque periodismo". Sólo con ver programas como Buenas Noches, daría lástima ver su libreto que sin ser un experto periodista o trabajar en la producción de esa televisora, para darnos cuenta del contenido de las preguntas que tienen que hacer y las respuestas que los "entrevistados" tienen que dar; quizás hasta llorar para hacer más dramática la entrevista.
Es tal el grado de disociación que los embarga que no pueden entender que hacen ese tipo de cloaca periodística sin sentido, y que gracias a la existencia de una verdadera democracia que privilegia la libertad de expresión que sólo se les da en el gobierno del Comandante Hugo Chávez Frías.
Sin embargo debemos decir que los cambios sociales van acompañados de los cambios en los medios de comunicación y al final del túnel siempre habrá una luz que comenzó a encenderse hace rato con los cambios estructurales y avanzados en nuestra política comunicacional para así romper ese cerco hegemónico que nos han querido imponer las grandes corporaciones de la comunicación.
Un ejemplo para esos nuevos comunicadores debe ser Aníbal Nazoa que asumió plenamente la necesidad de ser un verdadero comunicador social. Fue un periodista integral, de sentido ético, con inquebrantable voluntad de enaltecer la verdad. Seamos como Aníbal, ejemplo a seguir por los movimientos sociales y comunicacionales que en la actualidad han asumido el rol imperante de ser comunicadores sociales.
Lenin Dávila Guerrero
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