martes, 27 de septiembre de 2011

¿Libertad de Expresión o Patente de Corso?


Hemos leído con incredulidad un artículo publicado en lapatilla.com titulado ¡Hugo retráctate!, donde defiende “la libertad de expresión” y particularmente a Miguel Enrique Otero y por otra parte ataca la demanda que por difamación e injuria agravada fue introducida por Saúl Ameliach, presidente de Pequiven contra El Nacional y su editor.

Comienza con el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que reza: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.” El cual sin duda los demócratas no sólo respaldamos sino que defendemos y profesamos.

Así mismo lo hacemos con todo el articulado de esa declaración, particularmente con el Artículo 12: “Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.”

Y Saúl Ameliach fue calumniado por Miguel Enrique Otero en su diario El Nacional, y eso es un hecho público y notorio. Por eso cuando dicen que al gobierno no le gusta que le digan la verdad, nos preguntamos: ¿Cuál verdad? O es que Otero se retractó por decir la “verdad”.

Por otra parte decir que el juicio fue absurdo porque El Nacional reconoce sus errores, es por decir lo menos, una paradoja. Señores El Nacional no reconoce sus errores, a menos que como en este caso, se vea obligado por una demanda.

El Nacional fue el único periódico que nombró a Saúl Ameliach, en el caso Makled, añadió un párrafo a la entrevista televisada por Univisión, el periodista Casto Ocando en conversación telefónica con Román Lozinsky por Unión Radio, reconoció que ese párrafo fue agregado por El Nacional que él no la escribió, afirma que en la entrevista hecha por él en Octubre 2010 y que él firma, NO NOMBRÓ a Saúl Ameliach, esa es la VERDAD.

Por lo tanto y que quede claro, no se amedrenta a Miguel Enrique Otero para coartar la libertad de expresión, por el contrario se demanda a Miguel Enrique Otero para estimular la libertad de expresión y la veracidad de la información.

Entendemos que cualquiera se equivoca y que tiene derecho a rectificar, pero entiendan también que con esta mentira, se afectó a seres inocentes que vieron el nombre de su hijo, de su esposo, de su hermano o de su padre envuelto en un caso que dicho sea de paso, sale a la luz pública por la entereza moral de un hombre que no le tembló el pulso para cumplir con su deber y defender los intereses del país.

Por: Héctor Solís

martes, 20 de septiembre de 2011

Finalizó demanda de Saúl Ameliach en contra de El Nacional

Con llamado de primera página el diario El Nacional reconoce falsedad en la información publicada en contra de Saúl Ameliach.

El 19 de septiembre de 2011 el diario El Nacional y su editor Miguel Henrique Otero, reconocieron en el Tribunal 26 de Juicio del Área Metropolitana de Caracas que las acusaciones publicadas por el diario en contra de Saúl Ameliach eran falsas.

"Miguel Henrique Otero expresó que no fue su intención ni la del diario perjudicar el honor , la reputación ni la trayectoria profesional de Saúl Ameliach"

A continaución el texto completo publicado en la página A3 de El Nacional el 20/09/2011

domingo, 18 de septiembre de 2011

Inhabilitación de Leopoldo López entre negociaciones y falso apoyo de la MU$


Oposición se enreda a pesar de las falsas manifestaciones de apoyo entre ellos con la inhabilitación de Leopoldo Lopez.

El papagayo se va a enredar mucho más en la MU$ porque los apoyos de unos y otros dependen de la inhabilitación. Aunque la sentencia de la CIDH diga que sólo es aplicable a López, los demás inhabilitados ya comenzaran a hacer presiones.

Ejemplo claro es el Concejal David Uzcategui candidato con mayor opción para lanzarse a la Alcaldía de Baruta (INHABILITADO por CORRUPCIÓN), allí entra la negociación de los partidos y allí Primero Justicia dirá que hay q reconocer a Leopoldo López, para que luego se reconozca a Uzcategui si logra en algún momento levantar su inhabilitación, si eso llegara a pasar UNT no podrá impedirle participar y entonces el "apoyo" a Leopoldo López se vera diluido en las negociaciones de la MU$ porque también se dice que Leopoldo quiere a Vecchio para Baruta, pieza para negociar.

Todo este peo es porque en Baruta al actual alcalde Blyde de UNT esta raspao, nadie lo quiere (descontento de la misma oposición), fijense que esto va mucho más allá, ya que lanzaron a la mujer del asesino Simonovis por COPEI para ver si luego pueden negociarla para algunas concejalías, idea de Enrique Mendoza!

El mismo problema se vendrá en Chacao ya que el candidato de Leopoldo López tiene un completo rechazo dentro los habitantes del municipio (Graterón); está raspao, pero dentro del seno de los partidos que conforman la MU$ se habla de que todos apoyaran a Graterón con tal que Primero Justicia y Ramón Muchacho no lleguen; pero ojo, todo dependerá de los apoyos a López inhabilitado y de eso ya hay una historia previa con la candidatura a la Alcaldia Metropolitana, dónde todos los partidos le decian que si lo iban a apoyar, no te pueden inhabilitar y bla bla bla al final se lo estaban guisando en su propio partido que ya tenia elegido a William Ojeda que dejo a Ocariz en Sucre bajo promesa de que le dieran la Alcaldia Metropolitana. Ni COPEI, menos AD, tampoco UNT y peor aun PJ lo apoyaron y al final no sólo lo inhabilito la Contraloría por corrupción, sino la misma oposición.

Ahora todos salen con una falsa hipocresía y publicamente dicen que lo apoyan, pero noten que dos de sus grande aliados de siempre, Causa R y Podemos ya le dieron apoyo a Capriles, porque saben que juegan al habilitado, y por más que se pronuncien en la practica cuando lleguen las primarias no lo van a dejar correr y si llegaran a habilitarlo despues de las primarias este se querrá lanzar sólo dividiendo a la oposición.

La MU$ no lo quiere, no confia en él, lo ven como divisionista y por eso también le temen. Ahora bien, la MU$ tendrá muchos problemas porque si no lo deja jugar se atraparán en su propio juego, y si lo dejan jugar y en un lejano e hipotetico caso llegara a ganar las primarias será peor aun porque no habría candidato unitario de oposicion...

En fin dificil panorama para la MU$ ya que mientras ellos se matan por negociaciones, el Presidente Chávez ya cuenta con un 59% de aceptación y todavía no ha soltado la caballería que ya está anunciada para el próximo 4F 2012.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Testimonio sobre el asesinato de Víctor Jara


¡A ese hijo de puta me lo traen para acá!


.


Por Boris Navia Pérez, Abogado, casado, tres hijos. Preside el Club de Amigos de Radio Nuevo Mundo y ejerce su profesión, asesora a la Confederación Campesina Ranquil, a exonerados políticos y otros gremios.


¡A ese hijo de puta me lo traen para acá!”. Gritó el oficial apuntando con su dedo a Víctor Jara, quien junto a unos 600 profesores y estudiantes de la UTE ingresábamos prisioneros con las manos en la nuca y a punta de bayonetas y culatazos al Estadio Chile, la tarde del miércoles 12 de septiembre de 1973. Era el día siguiente del golpe fascista. El día antes, el 11, Víctor debía cantar en el acto que se realizaría en la UTE, donde nuestro rector Enrique Kirberg recibiría al presidente Allende, quien anunciaría el llamado a plebiscito al pueblo de Chile. Sin embargo, la voz de Allende fue apagada en La Moneda en llamas y la guitarra de Víctor quedaría allí, destrozada por la bota militar en el bombardeo de la UTE, como testimonio más de la barbarie fascista.“¡A ese hijo de puta me lo traen para acá!”. Repitió iracundo el oficial. Casco hasta los ojos, rostro pintado, metralleta al hombro, granada al pecho, pistola y corvo al cinto, balanceando su cuerpo tensado y prepotente sobre sus botas negras.


.


“¡A ese huevón! ¡A ése!”. El soldado lo empuja sacándolo de la fila. “¡No me lo traten como señorita, carajo!”. Ante la orden, el soldado levanta su fusil y le da un feroz culatazo en la espalda de Víctor. Víctor cae de bruces, casi a los pies del oficial.


.


“¡Che, tu madre! Vos sos el Víctor Jara huevón. El cantor marxista ¡El cantor de pura mierda!”. Y, entonces, su bota se descarga furibunda una, dos, tres, 10 veces en el cuerpo, en el rostro de Víctor, quien trata de protegerse la cara con sus manos (ese rostro que cada vez que lo levanta esboza esa sonrisa, que nunca lo abandonó hasta su muerte). Esa misma sonrisa grande con que cantó desde siempre al amor y a la revolución.


.


“Yo te enseñaré hijo de puta a cantar canciones chilenas, ¡no comunistas!”.


.


El golpe de una bota sobre un cuerpo indefenso no se olvida jamás. El oficial sigue implacable su castigo, enceguecido de odio, lo increpa y patea. La bota maldita se incrusta en la carne del cantor. Nosotros, apuntados por los fusiles contemplamos con horror la tortura de nuestro querido trovador y pese a la orden de avanzar nos quedamos transidos frente al horror. Víctor yace en el suelo. Y no se queja. Ni pide clemencia. Sólo mira con su rostro campesino al torturador fascista. Este se desespera. Y de improviso desenfunda su pistola y pensamos con pavor que la descerrajará sobre Víctor. Pero, ahora le golpea con el cañón del arma, una y otra vez. Grita e increpa. Es histeria fascista.


.


Y, entonces, la sangre de Víctor comienza a empaparle su pelo, a cubrirle su frente, sus ojos. Y la expresión de su rostro ensangrentado se nos quedaría grabada para siempre en nuestras retinas.El oficial se cansa y de pronto detiene sus golpes. Mira a su alrededor y advierte los cientos de ojos testigos que en una larga hilera lo observan con espanto y con ira. Entonces, se descompone y vocifera.“¿Qué pasa huevones? ¡Que avancen estas mierdas¡ Y a este cabrón' se dirige a un soldado, “me lo pones en ese pasillo y al menor movimiento, lo matas! ¿Entendiste? ¡Carajo!


.


El Estadio Chile se iba llenando rápidamente con prisioneros políticos. Primero, 2 mil, luego seríamos más de 5 mil. Trabajadores heridos, ensangrentados, descalzos, con su ropa hecha jirones, bestialmente golpeados y humillados. El golpe fascista tuvo allí, como en todas partes, una bestialidad jamás vista. Las voces de los oficiales azuzando a los soldados a golpear, a patear, a humillar esta “escoria humana”, a la “cloaca marxista”, como lo espetan.


.


Hasta hoy día la gente nos pregunta si los miles de prisioneros del estadio presenciaron estas torturas de Víctor y la respuesta es que sólo unos pocos, sus compañeros de la UTE y los más cercanos, ya que el destino y la vida de cada uno estaba en juego y, además, el Estadio Chile era un multiescenario del horror, de la bestialidad más despiadada.


.


Allí arriba un oficial le cortaba la oreja con su corvo a un estudiante peruano, acusándolo por su piel morena de ser cubano. Allá, un niño de unos 12 años, de repente se levanta de su asiento y llamando a su padre corre enloquecido entre los prisioneros y un soldado le descarga su ametralladora. De pronto un soldado tropieza en las graderías con el pie de un obrero viejo y El príncipe, que así se hacía llamar uno de los oficiales a cargo, desde lo alto de los reflectores que nos enceguecían, le ordena que le golpee y el soldado toma el fusil por su cañón y quiebra su culata en la cabeza del trabajador, que se desangra hasta morir. Un grito de espanto nos sobrecoge. Desde lo alto de la gradería, un trabajador enloquecido se lanza al vacío al grito de ¡Viva Allende! y su cuerpo estalla en sangre en la cancha del estadio. Enceguecidos por los reflectores y bajo los cañones de las ametralladoras, llamadas “las sierras de Hitler”, siguen llegando nuevos prisioneros.


.


Víctor, herido, ensangrentado, permanece bajo custodia en uno de los pasillos del Estadio Chile. Sentado en el suelo de cemento, con prohibición de moverse. Desde ese lugar, contempla el horror del fascismo. Allí, en ese mismo estadio que lo aclamó en una noche del año 69 cuando gana el Primer Festival de la Nueva Canción Chilena, con su Plegaria de un labrador:


.


Levántate


Y mírate las manos


Para crecer, estréchala a tu hermano


Junto iremos unidos en la sangre


Hoy es el tiempo que puede ser mañana.


Juntos iremos unidos en la sangre


Ahora y en la horade nuestra muerte, amen.


.


Allí es obligado a permanecer la noche del miércoles 12 y parte del jueves 13, sin ingerir alimento alguno, ni siquiera agua. Víctor tiene varias costillas rotas, uno de sus ojos casi reventado, su cabeza y rostro ensangrentados y hematomas en todo su cuerpo. Y estando allí, es exhibido como trofeo por el oficial superior y por El príncipe ante las delegaciones de oficiales de las otras ramas castrenses y cada uno de ellos hace escarnio del cantor.


La tarde del jueves se produce un revuelo en el estadio. Llegan buses de la población La Legua. Se habla de enfrentamiento. Y bajan de los buses muchos presos, heridos y también muchos muertos. A raíz de este revuelo, se olvidan un poco de Víctor. Los soldados fueron requeridos a la entrada del estadio.


.


Entonces, aprovechamos para arrastrar a Víctor hasta las graderías. Le damos agua. Le limpiamos el rostro. Eludiendo la vigilancia de los reflectores y las “punto 50”, nos damos a la tarea de cambiar un poco el aspecto de Víctor. Queremos disfrazar su estampa conocida. Que pase a ser uno más entre los miles. Un viejo carpintero de la UTE le regala su chaquetón azul para cubrir su camisa campesina. Con un cortauñas le cortamos un poco su pelo ensortijado. Y cuando nos ordenan confeccionar listas de los presos para el traslado al Estadio Nacional, también disfrazamos su nombre y le inscribimos con su nombre completo: Víctor Lidio Jara Martínez. Pensábamos, con angustia, que si llegábamos con Víctor al Nacional, y escapábamos de la bestialidad fascista del “Chile”, podríamos, tal vez, salvar su vida.


.


Un estudiante nuestro ubica a un soldado conocido, le pide algo de alimento para Víctor. El soldado se excusa, dice que no tiene, pero más tarde aparece con un huevo crudo, lo único que pudo conseguir y Víctor toma el huevo y lo perfora con un fósforo en los dos extremos y comienza a chuparlo y nos dice, recuperando un tanto su risa y su alegría, “en mi tierra de Lonquén así aprendí a comer los huevos”. Y duerme con nosotros la noche del jueves, entre el calor de sus compañeros de infortunio y, entonces, le preguntamos que haría él, un cantor popular, un artista comprometido, un militante revolucionario, ahora en dictadura y su rostro se ensombrece previendo, quizás, la muerte. Hace recuerdos de su compañera, Joan, de Amanda y Manuela, sus hijas y del presidente Allende, muerto en La Moneda, de su amado pueblo, de su partido, de nuestro rector y de sus compañeros artistas. Su humanidad se desborda aquella fría noche de septiembre.


.


El viernes 14 estamos listos para partir al Nacional. Los fascistas parecen haberse olvidado de Víctor. Nos hacen formar para subir a unos buses, manos en alto y saltando. Y las bayonetas clavándonos. En el último minuto, una balacera nos vuelve a las graderías.


.


Fatídico 15-IX-73



.


Y llegamos al fatídico sábado 15 de septiembre de 1973. Cerca del mediodía tenemos noticias que saldrán en libertad algunos compañeros de la UTE. Frenéticos empezamos a escribirles a nuestras esposas, a nuestras madres, diciéndoles solamente que estábamos vivos. Víctor sentado entre nosotros me pide lápiz y papel. Yo le alcanzo esta libreta, cuyas tapas aún conservo. Y Víctor comienza a escribir, pensamos en una carta a Joan su compañera. Y escribe, escribe, con el apremio del presentimiento. De improviso, dos soldados lo toman y lo arrastran violentamente hasta un sector alto del estadio, donde se ubica un palco, gradería norte. El oficial llamado El príncipe tenía visitas, oficiales de la Marina. Y desde lejos vemos como uno de ellos comienza a insultar a Víctor, le grita histérico y le da golpes de puño. La tranquilidad que emana de los ojos de Víctor descompone a sus cancerberos. Los soldados reciben orden de golpearlo y comienzan con furia a descargar las culatas de sus fusiles en el cuerpo de Víctor. Dos veces alcanza a levantarse Víctor, herido, ensangrentado. Luego no vuelve a levantarse. Es la última vez que vemos con vida a nuestro querido trovador. Sus ojos se posan por última vez, sobre sus hermanos, su pueblo mancillado.


.


Aquella noche nos trasladan al Estadio Nacional y al salir al foyer del Estadio Chile vemos un espectáculo dantesco. Treinta o cuarenta cuerpos sin vida están botados allí y entre ellos, junto a Litre Quiroga, director de Prisiones del Gobierno Popular, también asesinado, el cuerpo inerte y el pecho perforado a balazos de nuestro querido Víctor Jara. 42 balas. La brutalidad fascista había concluido su criminal faena. Era la noche del sábado 15 de septiembre. Al día siguiente su cadáver ensangrentado, junto a otros, sería arrojado cerca del Cementerio Metropolitano.Esa noche, entre golpes y culatazos ingresamos prisioneros al Estadio Nacional. Y nuestras lágrimas de hombres quedaron en reguero, recordando tu canto y tu voz, amado Víctor, Víctor del pueblo:


.


Yo no canto por cantar


Ni por tener buena voz


Canto porque la guitarra


Tiene sentido y razón.


Que no es guitarra de ricos


Ni cosa que se parezca


Mi canto es de los andamios


Para alcanzar las estrellas


.



Esa misma noche, ya en el Nacional, lleno de prisioneros, al buscar una hoja para escribir, me encontré en mi libreta, no con una carta, sino con los últimos versos de Víctor, que escribió unas horas antes de morir y que el mismo tituló Estadio Chile, conteniendo todo el horror y el espanto de aquellas horas. Inmediatamente acordamos guardar este poema. Un zapatero abrió la suela de mi zapato y allí escondimos las dos hojas del poema. Antes, yo hice dos copias de él, y junto al exsenador Ernesto Araneda, también preso, se las entregamos a un estudiante y a un médico que saldrían en libertad.Sin embargo, el joven es revisado por los militares en la puerta de salida y le descubren los versos de Víctor. Lo regresan y bajo tortura obtienen el origen del poema. Llegan a mí y me llevan al Velódromo, transformado en recinto de torturas e interrogatorios.


.


Me entregan a la FACh y tan pronto me arrojan de un culatazo a la pieza de tortura, el oficial me ordena sacarme el zapato donde oculto los versos. “¡Ese zapato, cabrón!”. Grita furibundo. Su brutalidad se me viene encima. Golpea el zapato hasta hacer salir las hojas escritas. Mi suerte estaba echada. Y comienzan las torturas, patadas, culatazos y la corriente horadando las entrañas, torturas destinadas a saber si existían más copias del poema. Y ¿por qué a los fascistas les interesaba el poema? Porque a cinco días del golpe fascista en Chile, el mundo entero, estremecido, alzaba su voz levantando las figuras y los nombres señeros de Salvador Allende y Víctor Jara y, en consecuencia, sus versos de denuncia, escritos antes del asesinato, había que sepultarlos.


.


Pero quedaba otra copia con los versos de Víctor, que esa noche debía salir del estadio.Entonces, se trataba de aguantar el dolor de la tortura. De la sangre. Yo sabía que cada minuto que soportara las flagelaciones en mi cuerpo, era el tiempo necesario para que el poema de Víctor atravesara las barreras del fascismo. Y, con orgullo debo decir que los torturadores no lograron lo que querían. Y una de las copias atravesó las alambradas y voló a la libertad y aquí están algunos versos de Víctor, de su último poema, Estadio Chile:


.


Somos cinco mil


En esta pequeña parte de la ciudad.


Somos cinco mil


¿Cuántos seremos en total


en las ciudades y en todo el país?


¡Cuanta humanidad,


hambre, frío, pánico, dolor, presión moral, terror y locura!


Somos diez mil manos menos que no producen


¿Cuántos somos en toda la Patria?


La sangre del compañero Presidente


golpea más fuerte que bombas y metrallas


Así golpeará nuestro puño nuevamente.


.


Estos versos recorrieron todo el planeta. Y las canciones de Víctor, de amor y rebeldía, de denuncia y compromiso, siguen conquistando a los jóvenes de todos los rincones de la Tierra.


El oficial fascista que ordenó acribillarlo debió quedar contento con su crimen, pensando que había silenciado la voz del cantor, sin saber que hay poetas y cantores como Víctor Jara que no mueren, que mueren para vivir, y que su voz y su canto seguirán vivos para siempre en el corazón de los pueblos.

domingo, 11 de septiembre de 2011

El 11S, la gran mentira del siglo XXI


El 11S, la gran mentira del siglo XXI que ha arrastrado consigo a más de 200.000 muertos en distintos rincones del planeta. Un plan macabro para justificar la expansión imperialista y el dominio de los recursos mundiales. Una maniobra para poner en jaque al individuo, haciéndole ver que está indefenso y que necesita de sus gobernantes para poder sobrevivir. Una manipulación sin precedentes. Una campaña de marketing sanguinaria.

Y el culpable, Bin Laden. Un rico saudí entrenado por la CIA en Estados Unidos (como Tim Osman) en los años 80, un hombre de confianza de la Administración Carter a finales de los 70, encargado de recibir transferencias en Afganistán para luchar contra los soviéticos. Un hombre cuya familia tenía y tiene estrechos lazos con figuras importantes de Wall Street y Washington.
Los ejecutores, 19 islamistas fanáticos. Muchos de ellos siguen vivos hoy día, confirmados por el propio FBI y gobierno de los Estados Unidos. A pesar de ello, ahí siguen, como principales culpables de los atentados. Islamistas radicales que se dedicaban a contratar prostituas, beber alcohol y anunciar sus intenciones en bares, strip-clubs y demás sitios de las distintas ciudades que visitaron en Estados Unidos antes de cometer esos atentados. Islamistas radicales que dejaban coranes, pasaportes y demás pertenencias en hoteles, taxis, etc. Islamistas radicales entrenados en bases militares de Florida, Texas y Alabama. Islamistas radicales inexpertos a la hora de hacer volar una avioneta, pero capaces de hacer maniobras acrobáticas con aviones comerciales.

Y las pruebas, pasaportes y licencias de conducir que sobreviven al colapso de las torres, encontrados en extrañas circunstancias, rodeados de acero derretido, mientras el papel del pasaporte y las licencias permanecen en buen estado, videos de Bin Laden atribuyéndose la autoría de los atentados antes de las elecciones de 2004, en la que aparece escribiendo con la derecha, siendo él zurdo, como reconoce la propia página del FBI, llevando así mismo un anillo de oro, prohibido por las creencias que él profesaba, con una cara más rejuvenecida que la del viejo enfermo de 2001...

Y sucesos extraños, como la desaparición del oro de debajo de las Torres Gemelas, el arresto de israelíes que celebraban la caída de una de las torres mientras conducían una furgoneta con tonelada de explosivos (esto incluso llegó a aparecer en la prensa escrita y en la televisión), pólizas de seguridad contratadas pocos días antes del 11S, indeminzaciones multimillonarias, apuestas en Wall Street a la bajada de las acciones de American Airlines y US Airways las semanas anteriores a los atentados, avisos para no volar el 11 de septiembre entre los mandos altos del ejército, pérdida de 2,3 billones de dólares cuyos registros estaban en la zona de impacto del Pentágono, dos torres de miles y miles de toneladas que caen en 10 segundos, en caída libre, el WTC7, centro de operaciones de FBI, servicios secretos y ayuntamiento de Nueva York para asuntos de terrorismo, cae sin haber sido impactado por ningún avión (su caída fue anunciada por las cadenas antes de que sucediera, como se demuestra en videos en la que se ve al reportero de turno comentando el colpaso del edificio minutos antes, mientras se ve al edificio a lo lejos todavía en pie). En fin, sólo ha habido un día en la historia en el que un rascacielos haya sido derrumbado como consecuencia de un incendio. Ese día fue el 11S y no cayó uno, sino tres.

Hay tantas pruebas de que esto fue un autoatentado, tantas, que hace daño seguir viendo cómo los medios de comunicación siguen promocionando la gran mentira que nos vendieron el 11S los principales ejecutores de aquella masacre.

Hay gente que se extraña, que les resulta imposible pensar que gobiernos puedan ser capaces de atentar contra su propia población. No podemos extrañarnos. Estos mismos han desarrollado guerras y operaciones militares a lo largo y ancho del planeta que han supuesto la pérdida de millones de vidas humanas. Los atentados de bandera falsa no son la excepción, sino la regla, en el mundo en el que vivimos. Pasó con el Maine, algo parecido con el hundimiento del Lusitania, también hay evidencias de que Pearl Harbor se pudo evitar, el inicio de la guerra de Vietnam se basó en una mentira, como el propio McNamara llegó a reconocer... Y así, decenas y decenas de operaciones de bandera falsa. Quizá la menos conocida, por no haberse puesto en práctica, fue la denominada Operación Northwoods de los años 60. Consistía en obtener un pretexto para atacar Cuba. Y ese pretexto lo otorgaba el secuestro de aviones comerciales para atacar territorio estadounidense, utilización de aviones teledirigidos, camuflados como aviones comerciales para atentar en bases militares de Florida... El parecido con el 11S es abrumador.

No hay que extrañarse de estas prácticas. Estamos hablando de gente capaz de hacer explotar dos bombas atómicas como respuesta a un ataque a una base aérea. Son personas capaces de iniciar guerras por intereses económicos que han costado la vida a millones de personas.

¿De verdad nos podemos extrañar de que estos mismos ataquen a sus propios ciudadanos para poder utilizarlo como pretexto para iniciar una ofensiva global duradera?

Han dejado muy claras sus intenciones. Las han puesto en práctica durante décadas en distintas partes del globo. Y siguen haciéndolo porque hacen uso de los medios para manipular a la población y conseguir la legitimidad popular a través de esa propaganda.

Debemos tomar conciencia de lo que están haciendo con nosotros. Con todos nosotros. Con los medios debemos hacer lo mismo que con los panfletos de propaganda del buzón, mandarlos a la basura, no hacerles caso y darnos cuenta de la manipulación constante y cada vez más evidente a la que estamos sometidos.

Por todos los caídos y por los que desgraciadamente caerán, necesitamos una revolución, ¡ya!

Fuente: http://kaosenlared.net/