El Comandante Hugo Chávez, manifestó en muchísimas oportunidades
que “la autocrítica y la corrección a tiempo es fundamental e imprescindible
para el proceso revolucionario”. “La autocrítica debe ser para revisar, para
rectificar y para reimpulsar siempre la revolución por dentro de ella misma”.
Si hay algo que nos enseñó Chávez es que el pensamiento del
chavismo es profundamente crítico. Crítico para aprender, para aleccionar todos
los pasos que se están dando y no para destruir como algunos que andan por ahí
desde que Nicolás Maduro ganó la presidencia de la República y que se han
dedicado a destruir detrás de un teclado todos los grandes esfuerzos que se
vienen realizando.
A estos destructores, porque de críticos no tienen
absolutamente nada, hay que recordarles que nuestro presidente obrero Nicolás
Maduro no llegó a Presidente de la República para complacer a nadie, solo al
pueblo venezolano y así darle continuidad al legado de nuestro eterno
comandante. Esos “rambos del teclado” que conforman ahora una secta llamada
Marea Socialista, que por cierto se dedicaron solamente a hablar paja sobre el
Congreso del PSUV y no sacaron ni un delegado, hay que recordarles a cada
segundo que Nicolás llegó ahí por la decisión de Chávez y la confianza que el
pueblo le dio, y que este no tiene compromisos personales con nadie y mucho
menos compromisos económicos con la burguesía, ni compromisos con partidos
políticos de la vieja partidocracia, ni con ningún sector, como han querido
decir algunos de estos trasnochados en sus bodrios que salen a cada rato en sus
páginas web y que sectores de la ultraderecha los replican de inmediato en sus
medios de comunicación, algunos de estos hasta ligados al narcotráfico colombiano.
Uno de estos nefastos que se hacen llamar “autocríticos” pero
que ni las comillas de eso tiene, se la pasa escribiendo tras bastidores para
sectores del fachismo más rancio e incluso pudimos ver en unos correos que
salieron a la luz pública que este envía su número de cuenta para que le
depositen lo acordado por sus servicios, todos sabemos quién es ese personaje
al que debemos recordarle que una de las más grandes tareas y misiones que le
dejó Chávez a Nicolás es la de construir una fuerza del estado, la fuerza
política para la dirección colectiva y la irreversibilidad de la Revolución
Bolivariana.
El pueblo revolucionario está claro y seguirá avanzando a
pasos agigantados en este camión en revolución, allá aquellos que se quedaron
en el camino y haciéndole ojitos a la derecha. Nosotros los revolucionarios no
andamos chillando. Los verdaderos combatientes no chillan, combaten y pujan. Nuestra
lucha hoy, la batalla histórica de la Revolución y del pueblo venezolano es
acabar con toda forma de esclavitud moderna, una oscura y sutil esclavitud que
ya no se ejerce mediante el látigo, el hierro y los grilletes, sino a través de
cadenas invisibles de los perversos mecanismos de explotación capitalista, esa
es nuestra verdadera lucha.
Nuestra Revolución Bolivariana y que nos legó Chávez, se
presenta en todos los espacios, y junto a nuestros cuadros bien sea asumiendo,
construyendo, debatiendo y haciendo una
verdadera crítica constructiva entre nosotros; no le tenemos miedo a la autocrítica
porque llegamos aquí para construir una unidad política hegemónica, y un proceso
revolucionario que nos permita cumplir con la obra más magnifica hecha a puño y
letra del Comandante Eterno Hugo Chávez que es el Plan de la Patria y que tenga
como principal meta la eliminación de la pobreza y el avance del Socialismo en
todos los espacios del país.
Seguiremos luchando y venciendo.
Lenin Dávila Guerrero
@lenindg
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