sábado, 4 de febrero de 2012

El espíritu del 4F no nació para ser traicionado

Para las enseñanzas que nos brinda la historia, entre aquel sacudón tremendo, aquella rebelión tremenda que fue la del 27 de febrero, la del 28 de febrero, el Caracazo, y la Revolución del 4 de Febrero. El Caracazo nadie lo planificó, el Caracazo explotó de manera espontánea pero no había liderazgo, no había proyecto político, el pueblo no se fue hacia el centro del poder, no, se dispersó, fue masacrado. El 4 de febrero en cambio obedeció a un proyecto pensado, planificado durante años.

A finales de los años 70 y así pasaron los 80 y en el Ejército Nacional se fue amasando una fuerza mientras se dispersaban casi todas las fuerzas políticas revolucionarias, se anulaban, se apagaban, crecía en el Ejército y yo recordaba anoche una frase de Simón Bolívar, en algún documento Bolívar escribió: el Ejército es el pueblo que puede, así pasó aquí, esa expresión de Bolívar tiene su contexto pero yo creo que es perfectamente aplicable al contexto de los años 70 en Venezuela, de los años 80 y de los 90, el pueblo no podía, el pueblo no tenía cómo y eso lo demostró perfectamente el Caracazo, el pueblo no podía, no tenía poder para influir en la situación ni por las elecciones que estaban amarradas, amañadas, manipuladas ni tampoco por otras vías, no pudo el pueblo en las guerrillas, no pudo el pueblo en las fábricas, no podía la clase obrera, no podían los campesinos, no podían los estudiantes a pesar de su inmenso sacrificio.

El pueblo no podía, el pueblo arrancaba y chocaba contra un muro y caía y se volvía a parar, y volvía a chocar, y entonces se hizo realidad la frase bolivariana, el Ejército es el pueblo que puede, y eso quedó demostrado el 4 de febrero de 1992.

Solo que ya hoy, la frase se transformó, ya no estamos en 1992, era el ejército el pueblo que podía, porque nosotros somos los hijos del pueblo vimos como aquel pueblo que estaba en el Ejército conformado en un movimiento de vanguardia, fue la que salió aquella media noche del 3 de febrero.


Siempre hace falta una vanguardia, pero hay quienes pregonan ideas anarquistas, que niegan la necesidad de la organización, que niegan el papel de la vanguardia, pero realmente la historia venezolana demuestra que un pueblo sin vanguardia es manipulado, que un pueblo sin una vanguardia consciente y comprometida, tiende a perderse en los espacios de la lucha.

A la vanguardia hay que sostenerla, hay que fortalecerla, la vanguardia hoy es el partido, tiene que serlo, una organización coherente, con un proyecto ideológico, político. El Partido Socialista tiene que convertirse en la gran vanguardia. Y lo voy a decir también, el Ejército, el Ejército y cuando digo el Ejército, me refiero también por supuesto, a la Marina de Guerra, a la Fuerza Aérea, a la Guardia Nacional y a la Milicia. El Ejército, tiene que seguir conformado una vanguardia revolucionaria del pueblo.

Si algo yo tuviera que pedirles a ustedes hoy, lo tomo del padre Bolívar: Unidad, unidad, unidad, unidad. Por encima de las diferencias, de las corrientes, no permitamos que la intriga, las debilidades ideológicas, el sectarismo, no permitamos que la acción enemiga en nuestras filas, no permitamos que nuestras fallas, no permitamos que nada vaya a debilitar la unidad.

Hoy es el 20 aniversario de la Revolución del 4 de febrero y lo celebraremos de muchas maneras. Preparémonos desde ahora, lancémonos desde ahora a conmemorar en batalla los 20 años del 4 de febrero, y la mejor forma de celebrarlo será obteniendo la victoria en las elecciones presidenciales del 7 de Octubre.

Y más allá, siendo leales con el espíritu del 4 de febrero. Así como decimos que el Pacto de Punto Fijo traicionó el espíritu del 23 de Enero, también tenemos que seguir diciendo: El espíritu del 4 de febrero no nació para ser traicionado. La Revolución del 4 de febrero, sus mártires, y todo lo que ha acontecido como producto de ella, se presentó ante la historia venezolana para ser la primera revolución del siglo XXI, para abrir los caminos de la Revolución Bolivariana y para construir la Patria de Simón Bolívar. Para eso fue que ocurrió el 4 de febrero.

Sintámonos orgullosos todos de lo que aquel día ocurrió; 4 de febrero naciste para señalar un rumbo, aquí vamos y el rumbo está señalado, la suerte está echada. ¡El 4 de febrero llegó para hacer historia y para construir Patria! No para fracasar.

Hace 20 años, Venezuela era un país colonia y mucho más, la Patria moría. El 4 de febrero salvó a la Patria, ¡salvó la vida de la Patria! Y sembró la Patria nueva que hoy estamos construyendo en colectivo y que seguiremos construyendo.

Las fuerzas de la derecha venezolana, seguirán haciendo todos los esfuerzos para tratar de frenar esta Revolución. En nuestras manos está impedirlo, y para ello se requiere seguir fortaleciendo la conciencia revolucionaria, la unidad del pueblo, pero la derecha venezolana ¡amás volverá a gobernar Venezuela, ¡más nunca volverán!

El 4 de febrero le marcó la tumba histórica al Pacto de Punto Fijo. El 4 de febrero parió la Patria, parió un mundo nuevo.

Aquel soldado, así como aquél día lo dijo hace 20 años, ahora con la Constitución en la mano, ahora en la calle frente a nosotros, lo sigue diciendo, "asumo la responsabilidad por este movimiento militar bolivariano y seguiré al frente de ustedes ¡hasta que Dios quiera! Y ¡hasta que el pueblo mande! Porque el pueblo es el que manda".

¡Independencia y Patria Socialista... Viviremos y Venceremos!

¡Viva el 4 de Febrero!

¡Que viva la Revolución Bolivariana!

¡Que viva el pueblo venezolano!

¡Que viva el Ejército Bolivariano!

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